A nueve años del inicio de su construcción en 2016, el Hospital de Cotahuasi permanece cerrado y en estado de deterioro avanzado, generando serias consecuencias para el sistema de salud en la provincia de La Unión, en la región Arequipa.

Las instalaciones del hospital se encuentran técnicamente inoperativas, debido a la falta de mantenimiento y exposición al clima de la zona, lo que ha contribuido al deterioro progresivo de la infraestructura. Asimismo, el equipamiento médico adquirido al inicio del proyecto ha sido abandonado sin uso adecuado, reduciendo su vida útil estimada de ocho a diez años. Muchos de estos equipos se encuentran actualmente inservibles.

Otro de los principales problemas es la ausencia de personal médico especializado. La falta de médicos, enfermeras, obstetras y técnicos ha imposibilitado la operatividad del centro de salud. A pesar de las solicitudes realizadas por la red de salud local, tanto el Gobierno Central como la Gerencia Regional de Salud no han dado respuesta ni soluciones concretas.

Actualmente, el Hospital de Aplao que es un centro de referencia para Cotahuasi y otras localidades, afronta una creciente sobrecarga debido al no funcionamiento del hospital de Cotahuasi. La demanda ha incrementado significativamente, atendiendo entre 70 y 110 pacientes en consulta externa y hasta 80 emergencias diarias. Sin embargo, el Hospital de Aplao tampoco cuenta con equipamiento suficiente: uno de los dos equipos de anestesia está fuera de servicio, y la torre de laparoscopía opera con limitaciones debido a su antigüedad.

El cuerpo médico del Hospital de Aplao ha solicitado formalmente que los equipos almacenados en Cotahuasi sean evaluados y redistribuidos a otros centros de salud de la red Castilla - Condesuyos, con prioridad para Aplao. La preocupación se agrava ante el riesgo de que estos equipos ya no estén en condiciones operativas o incluso hayan sido manipulados o dañados, como sucedió anteriormente en el Hospital de Camaná.

El establecimiento de salud en Cotahuasi, clasificado como un centro de nivel I-3, carece de áreas de hospitalización y atención médica las 24 horas. Esto obliga a derivar a los pacientes fuera de horario o en estado crítico a otros hospitales, aumentando el riesgo para los pacientes y saturando los servicios en Aplao y hospitales generales de la región.