La actividad minera continúa en expansión en Arequipa, impulsada por una mayor inversión empresarial que viene generando más empleo y dinamizando el desarrollo regional. En ese sentido, la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) ha identificado que, en 2025, la región –a través del Gobierno Regional y las distintas municipalidades– ha dispuesto de alrededor de S/1,500 millones en su presupuesto por concepto de canon minero, ubicándose como la segunda con mayores ingresos gracias a esta actividad, solo por detrás de Áncash.
“Arequipa se caracteriza por ser la tercera productora a nivel nacional de oro y cobre, cuyos precios alcanzaron niveles récord este año. Gracias al contexto favorable, se ha registrado un crecimiento del sector en los últimos años, que representa el 32% del PBI regional y más del 91% del valor de sus exportaciones. Por todo ello, la recaudación del canon minero en la región continúa en aumento, fortaleciendo las posibilidades de inversión y desarrollo local”, explicó Patricio Lewis, economista de REDES.
Pero ¿qué es el canon minero? Cuando una empresa extrae minerales, una parte del valor que genera se transfiere a la región donde se desarrolla la actividad. Ese recurso, conocido como canon, fortalece el presupuesto de los gobiernos regionales y municipales. Se trata de dinero destinado exclusivamente a proyectos de inversión: infraestructura, servicios públicos y obras que impulsan el crecimiento y mejoran la calidad de vida.
Específicamente en Arequipa, este recurso ha permitido ejecutar obras que benefician directamente a la población, como la modernización del Instituto de Educación Superior Tecnológico Público Pedro P. Díaz, en José Luis Bustamante y Rivero; el mejoramiento de las principales vías y la rehabilitación del sistema de drenaje pluvial en los centros poblados de Cerro Colorado; y la ampliación de los servicios del Centro de Salud Cocachacra. Estas inversiones han impulsado el acceso a una mejor educación, servicios de salud más adecuados, mayor movilidad y mejores condiciones urbanas, beneficiando a alrededor de 43 mil arequipeños.
Desafíos pendientes
Aunque el canon minero ha permitido financiar proyectos importantes en la región, aún persisten desafíos para aprovechar plenamente su potencial. En los últimos diez años, la ejecución promedio apenas ha alcanzado el 44%, lo que evidencia que una parte significativa del presupuesto disponible no llega a convertirse en obras culminadas ni en mejoras sostenibles para la población.
“Muchos municipios no cuentan con personal calificado para formular expedientes, gestionar licitaciones y supervisar obras. Esta falta de capacidad, junto con la alta rotación de funcionarios, reduce la eficiencia del gasto. Mejorar la gestión pública y profesionalizar la administración es fundamental para que cada sol del canon se convierta en infraestructura, servicios y bienestar para la población”, explicó Lewis.
El especialista destacó que la minería y el canon han sido motores importantes para mejorar servicios e infraestructura, y que este recurso tiene un gran potencial para generar desarrollo sostenible y mejores condiciones de vida. En esa línea, subrayó que aún es necesario fortalecer la planificación y la eficiencia en la gestión pública, de modo que cada sol invertido se traduzca en desarrollo real para la población.
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