

Rescatan con vida a niña de 3 años bajo los escombros del terremoto en Turquía

Bajo los restos de un edificio derruido en Esmirna en el terremoto del viernes pasado, los equipos de rescate de Turquía han conseguido salvar este lunes a dos menores una de ellas una niña de tres años.
Se trata de una adolescente, Idil Sirin, que fue rescatada pasada la media noche del domingo, tras haber pasado 58 horas bajo los restos de un edificio colapsado, y de una niña de tres años, Elif Perincek, que fue sacada esta mañana, después de 65 horas de espera.
Los equipos de AFAD, el servicio de emergencias turco, habían conseguido salvar a 104 personas hasta la medianoche del sábado, pero desde entonces solo había podido recuperar cadáveres de los 6 edificios derrumbados en los que sigue la búsqueda de desaparecidos.
La pequeña Elif había quedado atrapada junto a su madre y tres hermanos en un edificio que colapsó entero en el barrio de Bayrakli, en la periferia norte de Esmirna, el único gravemente afectado por el sismo de magnitud 7,0 que se produjo el viernes al mediodía.
Su madre, Seher Perinçek, y dos hermanas gemelas fueron salvadas el sábado al tiempo que se recuperó el cuerpo sin vida de su hermano, y desde entonces los equipos han trabajado para alcanzar el punto en el que se hallaba la niña.
Según explicó a la cadena CNNTürk un bombero del equipo, Ahmet Yavuz, la pequeña estaba en un “hueco de vida”, con los ojos abiertos y consciente, cuando la encontraron.
En este mismo edificio puede haber aún 6 personas más y los equipos seguirán trabajando, sin perder la esperanza, hasta dar con todos, agregó el bombero.
No hay cifras sobre cuántas personas pueden estar aún bajo los escombros de los restantes cinco edificios en los que trabajan los socorristas, pero fuentes municipales adelantaron el domingo a Efe que el saldo final de víctimas probablemente vaya a superar el centenar.
El bombero Muammer Celik, quien encontró a la niña, afirmó a la AFP que en un primer momento creyó que estaba muerta.
“Pensamos que estaba muerta, pedí una bolsa mortuoria y una manta. Pero después de cortar el metal, quise limpiar el polvo que la cubría y cuando tendí mi mano ella tomó mi pulgar de repente”, contó.
“En ese momento me quedé paralizado, antes de llorar de alegría. Elif simplemente soltó mi mano una vez la evacuamos a una tienda”, añadió.